Cuento con rima: Vela sin carabela
Don Gregorio, que había sido un tenorio, hecho ahora un vejestorio, no conseguía el olvido.
—Yo, nieto —dijo, sin poder estarse quieto de su tembleque senil— he estado con más de mil.
Gil, el retoño, aburrido de su ñoño parloteo ya manido, descreído del bureo de su abuelo, bostezaba su desvelo.
— Mi consuelo, —añadió el anciano— es que supe meter mano con pericia y el contento y la delicia fue mi invento. Como pez en las aguas despojaba las enaguas; dos a la vez y hasta tres. Nalgas blancas, recias zancas…eran galgas estas mancebas, de tetas tiesas y bravas brevas; aviesas eran, voraces como lavas y capaces de llevarme al cielo.
— Calla abuelo, —dijo el nieto arisco— para el disco machacón —y espetó luego burlón— ¿Está mejor tu muñón? Hoy no pareces tan bizco… ¿Y ese mal del corazón, va mejor? ¿Funciona ya tu riñón? ¿Y tu mollera chambona? ¿Está peor tu ceguera? ¿Qué tal la artrosis? ¿Te has tomado ya tu dosis? ¿Y tu esclerosis se ha calmado?
El viejo, escamado y astuto, refutó en un minuto.
— De no heredar mi natura te sulfuras; cierto que mi cuerpo está lleno de fisuras, maltrecho y hecho una calamidad; gajes de la edad no del oficio, pues el aparejo sigue patricio y lozano. Tirano es mi organismo; no me deja hacer lo mismo que antaño cuando cabales siguen el vigor y tamaño. Y no es treta.
Y abriéndose la bragueta mostró en todo su esplendor fogoso, un falo erguido y fastuoso.
7 comentarios
willy -
tania -
Anónimo -
Espuma -
un abrazo.
Diana Margarita López Pérez -
pantion cuando llego salvador
y la asusto
Espuma -
no sabes lo feliz que me hacen tus palabras y tu visita.
un abrazo enorme, amigo.
Gore o Goreño -