Blogia
El andurrial de Espuma

3 cuentos breves: Bestiario 2

3 cuentos breves: Bestiario 2 ALTERACIÓN INTELIGENTE.

Estoy aterrada; me estoy volviendo extraña, anómala... estoy cambiando. Sufro unas raras transformaciones que perturban mi cuerpo y la esencia innata en mí.

Empieza con convulsiones y asfixias para, de súbito, comenzar a caérseme el pelo en grandes guedejas hasta que mi piel queda lisa y desnuda; cerínea y grotesca... Mi metamorfosis continúa cuando experimento unas sacudidas espantosas, mis huesos crujen y mi pellejo se dilata. De inmediato, se prolongan mis extremidades y mis dedos, sobre todo los de mis patas delanteras, que adquieren un aspecto oblongo.
Espontáneamente, de mi pecho comienzan a brotar dos protuberancias insólitas. En ese momento me yergo sobre mis patas de atrás y puedo andar sobre ellas sin tener que usar las delanteras, mi hocico se achata, mis ojos se tornan distintos, mi nariz se aplasta y ya no puedo olfatear tan sutilmente cómo antes.

Para entonces ya la manada se ha alejado de mí, todos me temen; ventean el aire percibiendo que voy a cambiar y huyen.

Así transmutada, experimento un sentimiento extraño del que sólo puedo recordar que me siento afectiva y perspicaz, desparecen mis ansias de cazar animales para comer y arrancó frutos de los árboles que saboreo con deleite; nunca una loba había hecho eso antes.

En este insólito estado, soy igual a esos seres que aparecen de vez en cuando por el monte...

ARRULLOS REGIOS.

—El monstruo tenía tres cabezas con sus respectivas narices por donde surgían llamas de fuego de gran largura y cuando yo trataba de acercarme, la bestia arremetía frenética ansiando chamuscarme, pero cómo bien sabéis, soy valeroso y no me desalenté sino que cuanto más arremetía ella más me lanzaba yo y, a Dios gracias, en una de esas acometidas pude con mi acero cercenarle una de sus cabezas que cayó al suelo atestada de un líquido viscoso de color amarillento. El monstruo rugía de dolor armando un estruendo tan espantoso que hasta la tierra temblaba.
Sí mi señor, fue atroz, pero logré cortarle la cabeza solazándome de ello hasta que advertí que, por donde antes tenía la cabeza y que sólo era un muñón mucoso, principiaba a salir otro apéndice que era otra cabeza aún más gigantesca y quedé paralizado de estupor, no ya de miedo, que como vos sabéis soy caballero animoso, pero esto era inaudito mi señor.
Y eso fue sólo el principio pues mientras más yo cercenaba, más ella se multiplicaba y ora le cortaba la cabeza ora emergía otra y si le amputaba una pata al instante salía otra... hasta que se convirtió en un engendro de veinte cabezas, treinta y dos patas, siete colas y...
—Teobaldo, mañana continuáis narrándome el cuento... tengo sueño, tapadme bien. ¡Y aprendeos otra fábula más emocionante y donde vos no seáis el héroe que me aburro soberanamente!
—Sí mi rey, que descanséis.

DUFNI, EL GNOMO.

Le vi por vez primera aquel día sereno del mes de abril en mi jardín.

Me hallaba agasajando a mis hermosos rosales cuando súbitamente, sobre una hoja de hortensia le descubrí. Era tan diminuto que pensé que se trataba de algún animalillo pero le oí perfectamente.

—Hola, me llamo Dufni — enunció con voz picuda.

Me sorprendió y asustada estuve a punto de caerme, él se echo a reír— ji,ji,ji,ji...— su risa resultaba estridente para un ser tan pequeño.

—¿Qué eres? —pregunté estupefacta.

—Un gnomo, ¿es que no lo ves?

—Pero... ¿existen los gnomos?

—¡Qué preguntita más tonta! —exclamó él— te está hablando uno. Mírame, soy verde, enano, orejas puntiagudas, rabo largo...

—Eres un gnomo—expuse convencida.

Desde entonces, hace ya algún tiempo, Dufni y yo somos inseparables; él me obsequia con piedras y gemas preciosas que recoge de las profundidades de la tierra y a cambio sólo exige mi compañía, yo, agradecida, le deleito con mis magníficos encantos. Dice que me quiere y me siento halagada por ello. Sólo espero que su amor no sea el de un enamorado porque, ¡qué extraña pareja haría un gnomo y un hada!

8 comentarios

Goreño -

Espuma, me han gustado mucho los tres, pero con la metamorfosis de la loba, al empezar a leer, me preocupaba pensando que eras tú la que advertías esas sensacionees extrañas. Un beso

guanachinerfe -

Ey!No será por bestias... Saludos guanches.

Espuma -

Iris, un placer tenerte por aquí.

un beso muy fuerte.

Iris -

Holaaa, espumita.Por fín que entré.Precioso este relato.
Me alegro de haber podido entrar.Espero que me de tiewmpo a leerlo todo ahora y si no vuelvo mañana.Besitos.

Espuma -

gracias White.

bueno, ¿quién sabe? a veces las cosas son muy enrevesadas... ja,ja.

gracias por venir a verme White. :-)

Anónimo -

La metamorfosis de loba en mujer, ¿ocurre también con la luna llena?...
...No sé qué le parecerá a ese rey emocionante...
Este último me ha hecho sonreir, mu ternico.

w -

La metamorfosis de loba en mujer, ¿ocurre también con la luna llena?...
...No sé qué le parecerá a ese rey emocionante...
Este último me ha hecho sonreir, mu ternico.

white -

La metamorfosis de loba en mujer, ¿ocurre también con la luna llena?...
...No sé qué le parecerá a ese rey emocionante...
Este último me ha hecho sonreir, mu ternico.