Persistencia
Una vez le conté a doña Federica treinta y tres estornudos seguidos. Y es que para esta mujer estornudar era un suplicio porque no podía parar. Sin embargo pienso que tal martirio ha tenido su recompensa; tantas veces le han dicho ¡Salud! que ya va por los ciento seis años.
4 comentarios
Marae -
Espuma -
esas palabritas que decís me saben a miel.
Enfero, eso de caca, ni se te ocurra }:-( ¡mala!
;)
besos
Sisebuta -
¡Qué buena eres, ladrona!
(te iba a decir el femenino de caco porque me gustaba no decir ladrona -con cariño-, pero mejor no... ejem).
Magnífica hasta en los breves
nofret -