Cólera femenina
Cristina nota que alguien entra en la cocina y se da la vuelta expedita, no ve a nadie y, algo confusa, continúa con lo que estaba haciendo; remover sus sabrosas natillas.
No obstante, sigue advirtiendo que alguien la vigila por detrás; tiene la impresión de sentirse observada y bruscamente vuelve a mirar. No hay nadie.
El vello se le pone de punta al instante; la mirada sigue clavada en su espalda, lo percibe.
Aparta el postre del fuego y se gira. Todo está en calma.
Se limpia las manos en el paño, sin dejar de observar todo el perímetro de la cocina, camina lenta, vigilante, hacia la salida; necesita salir, huir de allí. No soporta esa presencia invisible que la examina; indudable que es un fantasma.
Casi toca el pomo de la puerta. Ya está a punto de abrir...
De pronto, el zumbido de una mosca la hace girarse; el maldito bicho está posado en el borde del cazo, restregándose las patas y dispuesto para arremeter con sus natillas.
—¡Zus! ¡Zus! ¡Fuera de ahí! ¡Fuera bicharraco inmundo! —grita entonces, olvidando completamente el pánico que sentía y corriendo a espantar a la intrusa zampona.
Una materia traslúcida se escabulle, rauda, por la ventana; ante aquellos espeluznantes chillidos, el ente se siente aterrorizado. Ella es más fuerte.
6 comentarios
Espuma -
no te preocupes que si un fantasma se te acerca el palomo te avisará.
pero, la verdad, (no s elo digas a nadie) los fantasmas no existen, creo, así que no te apures.
un beso,guapa.
NOFRET -
Espuma -
Gracias amig@s por venir a verme y comentar.
Feliz 2.007, sed buenos.
gladys -
Un placer leerte Espumilla
Y feliz año!!!
Comella -
Un besote Espu y ¡feliz 2007!
Inferno -
Por cierto, gracias por pasarte por mi blog y dejarme tu comentario. El Infierno no será mejor contigo, pero por lo menos el castigo será algo más picante.
Que el 2007 sea la décima parte de malo que éste. Besos...