Prisas de hoy en día
Me lancé dentro del autobús al salir del trabajo; tenía que pasar por el súper y comprar algunas cosas, me dije.
En la caja, al ir a pagar, no encontré mi tarjeta y eso que vertí todo mi bolso, en el cual había cachivaches inverosímiles que no recordaba haber visto antes. La gente se impacientaba mientras yo recogía todo de nuevo casi al borde del paroxismo. Al fin hallé dinero y pude pagar la deuda a la cajera que ya me miraba fastidiada.
Agarré mi compra y corrí a la parada de autobús de nuevo; debía llegar a casa a tiempo de pasar unos apuntes, hacer la cena, planchar la ropa y, por supuesto, como hoy era un día de los menos ajetreados, darme un baño con esencia de lavanda.
El bus se me escapó, así que hube de esperar al siguiente. Cuando me vi sentada en su interior me relajé con un suspiro. Al llegar a mi estación, el conductor, despistado como un cangrejo, casi me derriba pues no esperó a que terminara de bajar.
Con el susto en el cuerpo, me lancé calle abajo aferrando las bolsas. La prisa me llevaba casi a volar, pero como yo no tengo alas aunque nunca lo recuerde, lo que hice fue dar un traspié y caerme de culo; el porrazo fue tremendo, pero no solté las bolsas. Mi marido, que salió de casa premioso como siempre, al verme me soltó.
— ¿Qué haces? ¿Por qué te has sentado en mitad de la calle?
—Pues ya ves, —le contesté impávida— es que estaba cansada.
Dedicado a Pitufina
7 comentarios
white -
Besos
Espuma -
Espuma -
un besazo enorme :-)
Espuma -
arriba puse un pequeño cuento de ese baile de tu tierra tan hermoso...
besos mil
Piedra -
Muy bien cerrado el cuento.
Expresiones
Pitufinarosa -
NOFRET -
Muy bueno, espumilla, lo disfruté de punta a punta, sobre todo el final! jeje!