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El andurrial de Espuma

Relato

Cadenas

Cadenas

Un marido celoso y constante maltrato psíquico. Pensé que mi sino, por circunstancias, sería estar encadenada a ese hombre de por vida, creí que lo mejor era tratar de que esas cadenas no me apretaran demasiado descalabrando mi alma, por eso me acomodé a sus caprichos para que se enfadara lo menos posible. 

Un día, sin embargo, al regresar del trabajo, encontré a mi esposo con una mujer en la cama. Mi reacción fue tremenda; les insulté y mis gritos se debieron oír en todo el vecindario.

Me fui de casa; lloré durante mucho tiempo, posiblemente por el desengaño, porque el amor no existía desde hacia tiempo.

El despecho no me dejaba ver que era libre, que las cadenas se habían roto y tardé en percatarme de ello varios meses. Hoy aprendo a ser independiente, porque no es fácil serlo después de estar bajo el yugo durante años. Me siento feliz, satisfecha en mi temor de soledad. 

Estoy al corriente de que mi ex y esa mujer están juntos y sé que ella, desdichada, no tiene ni idea de que unas cadenas gruesas como el acero, están cercándola poco a poco.