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El andurrial de Espuma

El caballero

El caballero

 Repudié a mi difunto marido que fue déspota e infiel, dejé su tumba a los mohos y las hierbas y elegí el panteón de don Leocadio Peláez de la Torre; adorado por su esposa, reverenciado por sus hijos, querido por sus cientos de amigos, bienquisto por sus escasos contrarios, y enaltecido por todos.

Pero su sepulcro estaba descuidado y casi destruido y yo no podía quedarme impasible ante tal atrocidad. Reparé la sepultura y la invadí de flores, recé por su alma aun suponiendo que Leocadio habría de estar en el Paraíso y conversé con él de mi triste existencia en vida de mi esposo.

En las tardes de estío llevo el libro de su biografía hasta el cementerio, me siento sobre la lápida y, emocionada ante su portentosa vida, leo en voz alta para que, si pudiera oírme, sepa que todavía se recuerda su extraordinaria humanidad.

No importa que hayan pasado cuatrocientos setenta y cuatro años.

2 comentarios

Segismunda de Brabante, es ni nombre y era antes -

Si no es que vas a mi techo
a explicarme todo esto,
Cunegunda, mano en pecho,
te juro, y no me molesto,
que no sacaba provecho,
ya que no soy Angelina,
malhecho, Cune, malhecho,
¿Llamarme a mí Serafina?
Yo no es que sienta despecho,
mas no es mi nombre Adelina,
no lo entiendo, mas sospecho,
que la rima te encamina
por el camino derecho,
pero te tuerce en la esquina.
¿Acaso no soy Segismunda?
Ese es mi nombre de infanta,
que la rima te confunda,
es humano, mas me achanta,
prima mía, Cunegunda,
que cantando, canta y canta,
con barahúnda jocunda,
¿mi apodo así se suplanta?
¡Qué es fingido!, y se difunda…
Dímelo, ¿eso se aguanta?
Lo aguantaré, sin escama,
porque eres tú la poeta,
y yo soy radiante dama,
amable, guapa y discreta,
y he de propagar mi fama…
ejem… ejem…
mas retén, prima veleta,
que Segismunda es mi gracia,
con pijama o con chaqueta,
con moño o guedeja lacia,
con trencita o con coleta.
No admito, pues la falacia,
que me llamen Anacleta,
y a dama de aristocracia
no han de hacerle la puñeta
de llamarla doña Engracia,
pues chincha como chincheta.

Linda prima “De La Alzada”,
me despido con un beso,
y sin charlar casi nada,
como verás, no en exceso,
puesto que soy moderada,
cual dama de cuello tieso.

P.D.- En cuanto a lo de piropo,
¡¡Me parece un improperio!!
¿Si con un señor me topo,
no me agasaja? ¿Es en serio?
¿Ni con lisonja ni tropo?
¡¡Pero qué cruel vituperio!!



pitufinarosa -

Feliz año guapa.
Mi señora Serafina
aquí viene Cunegunda
su antepasada tan fina
corriendo tanto, redunda
que no es su nombre lo sé
pero me ha traído el rayo
porque he oído a José
con una voz de ultratumba
resonó en las catacumbas
¡Oh los poetas, salid!
Quieren prohibir los piropos
en la ciudad de Madrid.
Se abrieron todas las tumbas
de poetas y oradores
reunidos en corros zumba
la demanda transitiva
¿Y ahora cómo adjetiva
como adorna, cómo enjundia
cómo alaba y cómo espundia
el poeta a su adorada?
¿Con un plato de fabada?
Ay mi señora Adelina
Que si la llamo Angelina
le estoy no adjetivando
porque no quiero irme presa
por escribir nominando
un adjetivo nocivo y fresa.
Cunegunda de la Alzada Adjetivada.