Blogia
El andurrial de Espuma

Simulacros cotidianos

Simulacros cotidianos

La odalisca se agitaba voluptuosa y sensual al ritmo de la música exhibiendo sus torneados muslos y su cimbreante vientre ante los numerosos ojos masculinos que la seguían ansiosos.
Pedro, entre los espectadores, la escudriñaba pensando que aquel cuerpo ondulante y perfecto irradiaba erotismo por todos los poros de su piel.
Dedujo que toda ella era pasión, ardor, lujuria... y que mientras bailaba estaría poseída por la lascivia y el deseo carnal más intenso y vehemente.
Entretanto, la bailarina medía con impaciencia el tiempo, desfallecida y asqueada solo deseaba terminar su jornada de trabajo para volver a casa.

0 comentarios