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El andurrial de Espuma

Arácnido

Arácnido

Arácnido

Era negra, gigantesca y brillante. La veía bajar por la blanca pared confiada e inexorable.

Sus patas velludas parecían deslizarse sin esfuerzo; yo, echado sobre la cama, no fui capaz de moverme. Sus pinzas no paraban de fluctuar; sus ojos centelleaban en cientos de fracciones mientras, sin dejar de observarme, seguía descendiendo.

 

El pánico era tan grande en mi interior que creí reventar. El sudor empapaba todo mi cuerpo y mi corazón latía a un ritmo desorbitado, pero estaba inmovilizado, paralizado por su hechizo maldito. Ciertamente, las arañas son capaces de sugestionar a sus víctimas; yo estaba hipnotizado, prisionero, subyugado por aquel pavoroso bicho.

 

Llegó hasta mí y subió pausadamente por mis piernas, mi pecho..., parándose de vez en vez y vigilándome para averiguar si su sugestión seguía causándome efecto —eso me pareció a mí— cuando, finalmente, alcanzó mi cara me pareció oírla reír maléfica, insidiosa...

 

 Principió por mi cabeza; tejía rápidamente su tela y me envolvía en ella con la destreza y maestría de la más habilidosa modista.

Me fue liando, ciñendo y embalando en la tela hasta que fui sólo un paquete.

 

Mi mente horrorizada podía aún vislumbrar una solución; ella no podría arrastrarme a su guarida, yo era un peso excesivo para una araña aunque fuese tan grande en similitud a su condición.

Pero... empezó a revisarme minuciosamente moviendo impaciente sus pilosas tenazas por todo mi cuerpo y luego ávida, comenzó a chupar mi sangre succionando despacio, sorbiendo pausadamente cada gota, como una mariposa que liba el dulce néctar de una flor.

 

No me dolía, más bien tuve la sensación de que se me iba la vida mansamente, pero el horror de saber que estaba sucumbiendo, de que iba a morir, causaba en mí una aterradora conmoción, una angustia espantosa y una resistencia inútil y enloquecedora  por la  supervivencia.

 

Mi mente se fue nublando lánguidamente según ella iba extrayendo mi sangre y mi cuerpo, cada vez más débil e inutilizado, se dejaba arrastrar inerme e impotente hasta sentir como un entumecimiento soporífero me aletargaba por completo; ella continuó su labor engullidora mientras mis ojos se apagaban y ya sin brillo se cerraban a la vida.

 

Mi cuerpo momificado, plena y perfectamente desecado, fue encontrado a la mañana siguiente. Nadie se explicó que había pasado.

 

Ha pasado el tiempo y ahora mi espíritu pudo al fin, gracias a los progresos, teclear en este aparato lo que realmente me pasó en el año 1.916 en la C/ Delirio Nº 686 de la ciudad de Malaventura.

 

Avisen a un fumigador, ahora que aún pueden... nunca se sabe.

 
 

9 comentarios

Infierno -

Genial, por no variar, lo quiero en el Infierno, si a usted le place... Por cierto ya escribo a dos manos, la araña de mi hombro se ha ido...

Espuma -

¡HOLA MOMIA GUAPÍSIMA! :)

qué alegría que me ha dado verte en mi blog! estoy emocionada y todo...

bien dice el refrán que perro que no ladra no come ¿eh?

date ese baño de espuma y disfruta de lo que gustes,Nofret... de las arañas también (deja la de tu velador que viva feliz)

pobres arañitas ¡si son tan majas!
mi casa está llena de ellas... les gusta jugar en sus telas, columpiándose... ¡son muy buenas ellas!

Nofret un beso enorme para ti, guapa.

Espuma -

Hola ana elena.

Veo que no te gustó y yo no puedo hacer nada para cambiar tu opinión. Cuando algo no gusta, no gusta y nada más hay que decir. Aunque este cuentecillo fantasioso no te haya agradado puede que sí algún otro relatito de mi blog ¿no? Espero que sí.

Te doy un saludo y agradezco tu visita, ana elena.




Una cosilla- horrible va con hache...

NOFRET -

Orivle, mui orivle espumosa! :P
He visto una arañita en mi velador, la dejaba como parte del decorado porque hacía juego con mi sarcófago y me cazaba los mosquitos, pero creo que ahora mismo la mato!
(guardaré esta historia y se la leeré a mi madre cada vez que me haga enfadar! jeje!) ;)
¿Viste que sí vine? Si te tenía en mis favoritos, es más:

Autor: NOFRET

Hola Espumilla!
Me paseo un rato por tu piso y me doy un baño de espuma!
Te ayudaré a decorarlo en cuanto aprenda a manejar esta cosa blanca con un cablecito que tengo que mover todo el tiempo (dicen que es un ratón, ya le he ofrecido queso pero nada, creo que se me ha muerto) :P
Fecha: 11/02/2005 08:24.

Si es que las momias algo de memoria tenemos! ;)
Ahora me voy a matar a la araña del velador, no sea cosa que me momifique más de lo que estoy! Un gusto pasear por tu blog y leer tu cuento, me ha gustado mucho.
Besos!

ana elena -

es una orrible historia esta pasada de moda ademas noda miedo una arañita la que muestras que tonta historia no puedes hacer algo mejor que eso

Espuma -

Goreño, una alegría grande verte aquí.

muchas gracias por tu agradabilísima visita y por esas palabras tan amables, amigo.

un abrazo.

Goreño -

Es un texto genial, maravilloso. Por eso me he sentido mosca y me he visto envuelto y enredado en tus letras desde el principio has el final, aunque al principio mis ideas discurrían por otros derroteros hasta descubrir la urdimbre de la historia. Precioso. Un abrazo

Espuma -

¡hola Dugongo!

es un placer recibirte en mi espacio y si encima me dices esas cosas tan bonitas... ya me derrito.

muchas gracias y espero que, como aseguras, sigas visitando este andurrial, amigo lector.

un abrazo virtual.

(eso último de la momificación me ha gustado)
:) :)




dugongo -

Vaya historia. Ideal para tipos como yo con una tremenda empatía... Qué mal sabor de boca me has dejado, yo que tenía a las arañas por nuestras amigas y guardianas.

Vengo del blog de White en busca de buenas letras y me alegra poder afirmar que las he encontrado.

Esta es mi primera visita, pero no será la última.

Abrazotes (sin presiones, que no pretendo momificarte).