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El andurrial de Espuma

4 cuentos breves: bestiario

4 cuentos breves: bestiario EL SEÑUELO

Lo mismo que Orfeo le amansó con su música y Hércules le sometió con su fuerza, yo, Demetrio, hijo en vida del pecado y condenado al fuego eterno después de muerto, también le vencí.

A Cancerbero engañé; a la terrible bestia guardián del averno, de tres cabezas con fauces de dientes infectos, lomo repleto de serpientes y cola de dragón.

Así fue y así lo cuento: Después de mi muerte continué por un tiempo en la tierra de los vivos, oportunidad que me dieron de enmendar mis culpas cometidas en vida, y mientras mi carne se corrompía y sólo mi osamenta pelada quedaba, pude cavilar sobre mi futuro. Sabiendo que el infierno me esperaba sin remedio —pues no supe reparar mi pecaminoso espíritu—, y recordando que su guardián era Cancerbero, usurpé mi peroné. Sí, mi peroné mondo y lirondo me llevé a las tinieblas, oculto bajo mi capa.
Crucé en la barca de Caronte la laguna de Estigia y llegué al averno guardado por la bestia.
Y allí me hallé, penando, hasta que en un descuido del demonio custodio escapé hasta la salida y llamando con un silbido al Perro le arrojé el peroné.
El monstruo me miró furibundo y comenzó abriendo sus fauces amenazadoras..., mas el hueso era gran tentación y relegándome se abalanzó sobre él pudiendo yo escapar del abismo.
Comprobé que, tal cómo planeé, los genes se habían impuesto.

BESTIA AMADA

La lluvia caía a raudales; por los cristales de mi ventana el agua descendía abundante y de improviso se manifestó.
Era el Hombre de Agua; se formaba y deformaba a voluntad y ora aparecía cómo una bestia gigantesca con forma humana toda de agua y al instante se disolvía y era tan sólo catarata en los cristales.
Después de eso ha permanecido conmigo y cada día puedo percibirle. Cuándo me baño, él recorre mi cuerpo con miles de dedos invisibles y líquidos.
En mi bañera paso las horas sumida en un profundo éxtasis mientras él me envuelve con su cuerpo amorfo y fluido. Sus caricias son tenues y delicadas, como las del amante perfecto.

LA TIERNA BESTIA.

Le colocó la cabeza de cocodrilo, acopló la mitad del cuerpo de una pantera y la parte posterior de anaconda; las extremidades, de buitre, fueron encajadas magistralmente en la inaudita morfología. Le concedió las alas de un cóndor y aplicó escamas en toda su piel. Los ojos fueron propiedad de un chacal y por su boca dispuso que brotase fuego.

Pero la bestia no andaba, no respiraba, no existía, le faltaba un corazón.

Después de mucho buscar concluyó que sólo un corazón podría conseguir, el de la mascota de su hijita, un buen perro de nombre “Agrado” y a quien la niña adoraba.

Implantado el órgano vital, la bestia de aspecto sanguinario y repelente, empezó a respirar y a caminar mientras agitaba sus alas con gran ruido. Su creador quedó satisfecho y orgulloso de su atroz belleza, idónea para sus terribles planes.

Pero a una llamada de su hija el monstruo salió corriendo y sin obedecer a su creador que le ordenaba permanecer con él, se reunió con la niña. Ella le acarició el hocico y la bestia, toda corazón, lamió su mano con afecto.

EN EL DESIERTO.


“Cuentan los nativos que hay un monstruo en el desierto.
Tiene el cuerpo cilíndrico y anillado y se mueve por las dunas dejando huellas curvilíneas gigantescas. Habita en las profundidades y exclusivamente se alimenta de arena; vive desde hace siglos y seguirá existiendo por mucho tiempo.
Los tuaregs explican que cuando sale al exterior es para avisar de algún peligro inminente y virulento. Tal es así que la última vez que salió a la superficie se levantó una tormenta de arena tan descomunal que muchos nómadas sucumbieron sepultados bajo ella.
Cuentan que posee una cara translúcida constituida de arenisca y unos ojos de fuego que relucen cómo ascuas.
Hace una semana, dicen, hubo indicios de que la bestia aparecerá pronto y por eso estoy aquí, en mitad del desierto bajo una endeble tienda, abrasado de día y helado de frío por las noches. La verdad, sería irracional pensar que existe tal engendro, pero mi trabajo me obliga a... ¿qué ha sido eso?”

—Esta grabación la encontramos en la destrozada tienda del profesor Don Félix Carmona. Nada sabemos de él y sus colaboradores. Únicamente constar que descubrimos unas espirales profundas y extensas en los arenales y... fragmentos de carne humana, por lo que deducimos que Don Félix estaba equivocado: Existe la bestia, que no solamente emerge para advertir de cataclismos y lo peor... no sólo se alimenta de arena.

3 comentarios

Espuma -

White y Piedra....

un placer enorme veros aquí y un gustazo saber que os han gustado estos breves de bestias.

un abrazo.

piedra -

Lo que esperaba, relatos maravillosos.Expresiones

white -

buenos relatos, me han gustado